Hay muchas cosas en la vida por las que rezamos. Podemos pedir orientación, fuerza o curación en momentos difíciles. ¿Pero qué pasa cuando queremos atraer la abundancia? Esta oración a Dios es una forma poderosa de pedir ayuda para crear más prosperidad en tu vida. Utilízala con confianza y fe, y observa cómo tus deseos comienzan a hacerse realidad.
«Señor Jesús, manifiesta las bendiciones materiales en mi vida, invoco tu poder para atraer el dinero. Multiplica cada centavo como multiplicaste el pan. Manifiesta tu presencia y misericordia, atrayendo hacia mí la abundancia y prosperidad económica.
Con fe y amor, te pido me ayudes ya que el dinero me da seguridad en este mundo terrenal. Sabes bien que con el puedo dedicarme plenamente a ti. Así mismo, te pido, me mantengas siempre en la línea que lleva a ti. Para tenerte presente en todo momento, en cada instante cuando lo material se quiera apoderar de mi ser.
Te pido perdón si con esta oración te he ofendido, pero tú sabes lo que necesito y para bien mío y de los que me rodean, bríndame prosperidad económica. En este plano, también bríndame sabiduría y luz para no perder el rumbo y dirigirme hacia ti.
Gracias te doy Jesús, por este favor. Amén.
Dinero ven a mí, te atraigo con amor, te imagino y manifiesto en el mundo material de forma fácil y abundante.
De forma fácil llegas y permaneces en mi casa, en mi cuenta, en mi cartera, multiplicándose como la hierba en el campo. Floreces y me llenas de alegría. Dinero ven a mí, bríndame seguridad para adquirir los bienes que necesito.
Te tengo y todo funciona correctamente, en mi casa hay amor, comida, seguridad. Eres el bien más preciado pues contigo consigo lo que necesito para vivir.
Dinero ven a mí, en armonía con Dios, pues él sabe que te necesito. Pero sabe que me sigues como el perro al hombre, por eso ven a mí y florece en mi jardín.
Atraigo el dinero fácilmente, te conservo y multiplico, de tal forma que nunca me faltas. Dinero ven a mí, pues eres una manifestación del amor divino. Dinero ven a mí y nunca te vayas. Amén.
Rápido como un rayo, así vienes hacia mí, dinero. Fuerte como un trueno, así retumbas cuando te tengo en mis manos. Este decreto divino, lo repito diariamente pues me lo ha concedido Dios para atraer el dinero rápido. Gracias padre, por darme abundancia.
Tengo derecho a vivir en abundancia, para promover el amor a Dios con esplendor. El derecho divino que el señor me da de tener dinero, el poder de atraerlo, pues el dinero llega fácilmente a mis manos. Atraigo el dinero con urgencia y rápidamente se llenan mis bolsillos.
Poderoso señor de las alturas, concédeme la dicha de manifestar el dinero con urgencia en mis bolsillos. Concédeme la dicha de no necesitar dinero jamás, pues que el dinero que entra se quede y multiplique en mi cartera.
Agradezco tu bondad pues sabes que solo se puede ser pleno cuando hay armonía en todos los sentidos. Por eso, mediante esta oración te suplico, atrae el dinero y multiplícalo en mi poder. Amén.»
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